La importante relación del trabajo y el descanso

In principio erat Verbum

«La clave no es priorizar lo que está en tu agenda, sino programar tus prioridades.»  

Stephen Covey 

En una época donde estar siempre ocupados, en la cual el trabajo se ha convertido en el centro de nuestro actuar diario y donde desafortunadamente pasar tiempo reposando, viendo películas o no haciendo “nada” se relaciona con el ocio o la pereza, es importante que el descanso sea resignificado. 

Es necesario retomar algunos conceptos que hasta hace un par de décadas sí eran significativos, como el tiempo en familia, la apreciación del arte, la lectura e incluso la meditación, ya que estos psicológica y profesionalmente permitían una distracción que a la larga se transformaba en métodos de paz emocionales. 

Con el aumento de la tecnología y la velocidad de la vida, el estrés laboral rápidamente se ha convertido en una enfermedad que ha ido consumiendo a muchos profesionistas alrededor del mundo, tan es así que en los últimos años el término burnout se ha hecho mucho más presente en la cotidianidad y en la experiencia de millones de personas. 

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Aunque el término fue usado por primera vez en 1974 no fue sino hasta hace alrededor de cuatro años cuando el denominado Síndrome de desgaste ocupacional, comenzó a ser reconocido como una enfermedad importante y como una situación que afecta significativamente la vida de millones. 

Derivado de lo anterior, la Organización Mundial de la Salud procedió al reconocimiento oficial, definiendo este padecimiento como el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito, éste se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas. 

Pareciera mentira que ante una era llena de avances científicos y tecnológicos, el exceso laboral se haya convertido en un enemigo a vencer, y que desafortunadamente nos lleve a padecimientos físicos y psicológicos severos como: enfermedades cardíacas, sobrepeso, tensión muscular, pérdida de cabello, insomnio, pánico, ansiedad, o disminución de autoestima, entre otros. 

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Por otro lado, la situación se ha convertido en un tópico relevante, es así que la Universidad de Yale publicó Burnout en la era digital: cómo evitar el estrés en el trabajo en donde se menciona que de acuerdo a una encuesta realizada por Indeed más de la mitad (52%) de los encuestados experimentaron agotamiento en 2021, frente al 43% que dijo lo mismo en la edición anterior a COVID. Así mismo se informa que el 53% de los millennials ya estaban “quemados” antes de la encuesta, y siguen siendo la población más afectada con un 59% que lo vive en la actualidad. 

Frente a cifras y datos que hacen mucho más palpable la realidad, es indispensable que el descanso y esparcimiento se vean como una alternativa para disminuir la fatiga de la jornada laboral, que volteemos (nuevamente) a aquello que verdaderamente nos hace felices; repensemos el tiempo familiar y en pareja, retomemos experiencias y hobbies que creíamos olvidados para devolverles aquel valor arrebatado por la velocidad de los tiempos. 

Es probable que si le concedemos a la vida un espacio para hacer una pausa nos sorprenda de formas inimaginables, quizá el estrés comience a ceder espacio, y la oportunidad de convertirnos en aquello que siempre hemos querido ser, felices, por un instante se torne mucho más fuerte que la angustia, la inquietud y el temor de un futuro incierto. 

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.  

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