Vecinos afectados por explosión en la Aquiles Serdán, en Pachuca/Foto: Carlos Sevilla

Damnificados de explosión en la Aquiles Serdán se inconforman por falta de apoyo

El detenido está acusado de peligro de devastación

Edgar Chávezdiciembre 17, 2021

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Una falla en la comunicación institucional entre la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) y la presidencia municipal de Pachuca, provocó que vecinos del edificio afectado el día de ayer por una explosión en la Aquiles Serdán se inconformaran y realizaran una manifestación.

El alcalde de Pachuca, Sergio Baños se presentó para atender la problemática, pero fue increpado por los afectados, pues acusaban que sus funcionarios incumplieron promesas que les hicieron.

Cerca del mediodía, los vecinos afectados instalaron pancartas, en donde demandaron al gobernador Omar Fayad apoyo a las demandas de ayuda para los vecinos, “señor gobernador, nos quedamos sin nada y las autoridades no responden”.

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Los vecinos estaban inconformes porque no les permitían acceder con seguridad para recuperar algunas cosas de sus domicilios, pues señalaron que ayer les habían dicho que estarían los peritajes temprano para saber la condición de su edificio y sus departamentos, a fin de poder entrar, lo cual hasta el mediodía no había ocurrido, por lo cual estaban molestos.

Ante la amenaza de que bloquearan el bulevar Minero, se presentó el alcalde Sergio Baños para tratar de mediar y atender el asunto, quien recibió los reclamos desesperados con justa razón de los vecinos afectados por el hecho, quienes, además exigieron que los responsables de la explosión sean castigados severamente.

En el encuentro, el alcalde hizo ofrecimientos de ayuda ante los reclamos, pero las vecinas lo increparon porque sus funcionarios un día antes les habían prometido que iban a apoyar con vidrios para las ventanas y otras ayudas, lo que no ocurrió, además del retraso que estaba ocurriendo con el trabajo de peritajes, por lo que el edil se comunicó con el procurador para que enviaran a su gente.

Con dureza, los vecinos reclamaron al alcalde Baños Rubio la poca efectividad y disposición de sus funcionarios para ayudar, por lo que ofreció que con amigos empresarios iba a conseguir el apoyo para vidrios, además de apoyo con tinacos, pues en las azoteas hubo afectación en ese tema.

Vecinos de la Aquiles Serdán/Foto: Carlos Sevilla

Como debía retirarse a una reunión, los vecinos le increparon que no les había resuelto nada y deploraron la actitud del edil y particularmente de los funcionarios públicos que le asisten, quienes mostraron poca sensibilidad al problema y tensaron más la situación, un tema coincidente con señalamientos hechos por colonos del sur de la ciudad.

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Sergio Baños se comprometió estará atento

Por lo anterior, se le preguntó si sus funcionarios lo están ayudando, a lo cual el alcalde dijo, “claro que están poniendo todo su empeño para poder salir adelante, sin lugar a dudas merecen mi reconocimiento desde el día de ayer todo lo que está a su alcance atendiendo puntualmente el tema de los vecinos”.

“Es una desgracia, vemos que las personas que originaron este suceso no estaban en sus 5 sentidos, y por otro lado, decirles que inmediatamente Protección Civil llegó a muy temprana hora, también la policía municipal estuvo pendiente de aquí, al igual que Obras Públicas, pues también estuvieron aquí puntualmente atendiendo y pudiendo hacer a nuestro alcance, pero ahorita lo más importante es que debemos de salvaguardar la vida de las personas”,
enfatizó.

Baños Rubio destacó que de la mano con la sociedad, por muchos vecinos que tienen buen corazón y que también están generando alimentos.

“Reitero, me duele muchísimo lo que sucedió, por unas mentes que no estaban en situación coherente y tienen que pagar las consecuencias de sus actos, no podemos permitir el atropello de estas personas, porque dañaron el patrimonio de muchísimas familias, que están viviendo momentos muy delicados, pero reitero, tenemos que esperar un proceso legal, lo dicen los vecinos claramente que piden el apoyo”.

Compartió que hablo directamente con otras autoridades, “y estaré muy al pendiente, ahorita tengo otras reuniones, pero seguiré y regresare para ver los resultados del dictamen”, por lo que consultado si ayudara el municipio con tareas de reconstrucción, llamó a esperar lo que determinen los peritos.

Peligro de devastación

Justo en ese momento arribó el director de Investigación de la PGJEH, Julio César Trujillo, quien acompañado de Janet Gutiérrez, coordinadora del área de detenidos, un poco más conciliador, explicó que tras iniciarse la carpeta, se tiene un detenido que está dentro del plazo de 48 horas para ser trasladado al Cereso de Pachuca, y de la misma manera, se investiga si la persona que está hospitalizada participó de este estallido, pues se encontró al interior del departamento, por lo que de resultar responsable, será igualmente detenido y puesto a disposición.

Fueron 13 personas las que declararon, mientras al mismo tiempo la PGJEH envió a un perito de incendios e explosivos, y el día de hoy en la mañana se presentó el perito especialista en materiales construcción, quien establecerá el avalúo de los daños a todo el inmueble general y en cada departamento.

Trujillo precisó que el delito por el que están integrando la carpeta de investigación se denomina Peligro de devastación, pues refiere que esta persona o personas cometieron mediante la explosión un acto que puso en peligro a una gran parte de la ciudadanía, donde va incluido los daños en propiedad a los vecinos.

Al preguntarle los vecinos si ya estaban los peritajes, reveló que sí, y los integrantes del ayuntamiento de Pachuca reclamaron que por qué no les fue notificado. Trujillo admitió que hubo un error de comunicación, lo que atrasó los trabajos de Protección Civil de Pachuca en cinco horas.

Así que una vez precisada la falla comunicacional, los vecinos pidieron al personal de Protección Civil de Pachuca su intervención inmediata, por lo que se acordó que entrarían a revisar y a adicionar más apuntalamiento al inmueble, en tanto, se determinaba que una vez que fuera seguro, entrara una persona por familia a revisar su departamento, poder sacar documentos, dinero o lo que fuera de su necesidad, y más adelante los ayudarían con camionetas del municipio a sacar muebles y otros enseres. La tensión de los vecinos se disipó al encontrar respuesta a su demanda más inmediata.